AZERTYUIOP
QSDFGHJKLM
WXCVBN,;:!
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Gracias a los dioses se me ha ocurrido la brillante idea de cambiar la configuración de idioma del Windows y lo estoy usando como un teclado español, porque no sólo tiene la "a" en un sitio super extraño, sino que para acceder a los números de la fila superior y al "." tienes que pulsar shift, porque si no, tienes lo siguiente:
²&é"'(-è_çà)=
Y a la derecha de la M (ñ en el español), tienes ù. Supuestamente es un teclado AZERTY francés (no, no me he ligado a ningún francés ni nada por el estilo, aseguro que es casualidad que tanto el teclado como el título tengan algo que ver con el país vecino.), y supongo que todas esas pijaditas de la fila superior les vienen bien y que la ñ no les interesa para nada, pero vamos, lo que no entiendo es lo de cambiar la "a" por la "q", me parece que está en un lugar súper incómodo. Lo único que me gusta más que en un teclado QWERTY español, es que tenga una tecla con un "²" XD.
PD: Si os preguntáis qué hago escribiendo en un teclado francés es porque estoy en el portátil de mi compañero de piso italiano que estuvo viviendo en Francia, donde se compró el ordenador, pero que como ahora está de viaje y es muy majo, nos ha dejado el portátil aquí.
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Cambio de tema: voy a explicar el título del post. Resulta que nuestra palabra popurrí, viene del francés pot pourri , que es la traducción de olla podrida. No sé si conocéis este plato (yo no), pero he leído que es una especie de puchero en el que se mezclan todos los ingredientes posibles. Por eso, en Francia empezaron a usar el nombre de plato con el significado de "montón de cosas distintas juntas", y luego, nosotros adoptamos su "olla podrida" con ese significado, porque cajón de sastre no nos bastaba (bueno, a Jose sí, pero por lo visto a otra gente no ;) ).
Y he dejado el título en francés porque a parte de señalar que este post está lleno de cosas inconexas pero reunidas, también indica el estado de mi cabeza en estos momentos.
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Vuelvo a cambiar de tema, esta vez uno serio, del que espero vuestros comentarios, si no es mucho pedir.
No quería caer en la misma espiral de crítica al consumismo navideño que he visto en otros blogs, porque no me gusta repetir cosas que otra gente ya ha dicho tal y como me gustaría decir a mí; pero es que ha habido un par de cosas que no me dejan opción.
Lo primero está relacionado con mi eterno tema del vegetarianismo y el consumo irresponsable de carne provocando un sufrimiento innecesario. Resulta que trabajo en la cafetería-restaurante de un centro comercial, y que ahora, para las fechas señaladas, la gente puede encargar platos de comida para llevarse. ¿Pero qué platos son los predominantes, por no decir los únicos? Los de carne. Tuve que estar viendo durante días, no sólo cómo asaban cochinillos, sino cajas enteras llenas de cadáveres de cerditos, escuchando frases como "¡Eh, aún faltan 7 cochinillos por abrir!" Y los cadáveres era lo peor de ver, en serio. Es mucho más fácil convivir con la mierda del mundo cuando no la tienes frente a la cara; y a mí (llamadme intolerante o imbécil si queréis) me parecen unos mierdas todos los que comen/coméis tanta carne sólo por capricho. No estamos hablando de que maten un cerdo de nosecuantísimos kilos del que coméis vosotros y vuestra familia 3 semanas o más, estamos hablando de que, únicamente en mi cafetería, se deben haber matado unos 40 cerditos recién nacidos sólo para que los pocos que se pueden permitir pagarlos, se den un festín de un día. Sólo para un día y sólo en la cafetería donde trabajo, que no es de las más grandes.
Multiplicad eso por el número de restaurantes que preparen encargos.
Sumadle el número de gente que cocine en sus casas.
Multiplicad eso por el número de ciudades y pueblos de España.
Extrapoladlo al resto del hemisferio norte.
...
¿No os parece extremadamente innecesario? No sé cuantos millones de sacrificios se harán por estas fechas, prefiero no saberlo, pero realmente no creo que valga la pena hacer sufrir a tantísimo animal sólo por capricho nuestro, eso sin contar que dudo muchíííísimo que tengamos derecho a ello. Pensad que sólo estoy hablando de sacrificios "navideños".
No sé, no pido que todos se vuelvan vegetarianos de repente, porque eso tampoco sería sostenible a nivel mundial, pero pido que al leer esto, al menos a una persona le remuerda un poco la conciencia ser cómplice de todo esto y empiece a consumir alimentos una forma más responsable.
Y de lo que me di cuenta hace poco es que apenas nadie es consciente de que la comida es un bien de consumo como cualquier otro. Es cierto que hay un mínimo necesario, pero habiendo dinero de por medio, pasa a ser un bien necesario para la supervivencia a ser un capricho consumista más. ¿Quién necesita comer langostinos de manglar destruido? Nadie. Nadie en este hemisferio (y diría que en el otro tampoco, pero no puedo asegurarlo) va a morir si no come de eso. Igual que nadie morirá si no come caviar, o si no importamos mangos de Paraguay.
¿Porqué alguien que no compra Nike porque no le gusta la explotación infantil, sí compra pescado obtenido con redes de arrastre que destruyen miles de kilómetros cuadrados de fondo marino, incluyendo arrecifes de coral que tardaron miles de años en crecer? ¿Acaso eso no importa? No, claro, ante la destrucción de la biosfera más vale cerrar los ojos y dejar de ver qué impacto tenemos en ello.
Pensamos: "No es mi culpa que los arrastreros vayan y hagan lo que les da la gana, ni es mi culpa que los gobiernos no hagan nada por evitarlo. La culpa es de los demás, que no hacen nada. Yo sólo voy a la pescadería y compro lo más barato. Esto no está relacionado con lo anterior, igual que no está relacionado el aumento del efecto invernadero con que yo use el coche hasta para ir a por el pan. La culpa no es mía."
Pues lamento decirlo, pero si el mundo es así de deprimente, es gracias a toooooodos nosotros y nuestros respectivos ombligos, que nos importan más que nada en el mundo y que el mundo en sí, y preferimos tener todos los placeres y facilidades que podamos e ignorar las consecuencias que conllevan.
Lo segundo que me ha llevado a escribir esto, es una charla de una pareja joven que fue de vacaciones a Estados Unidos, y nos comentaban que tienen el consumismo tan arraigado en sus cabezas que no concebían cosas como que en Europa pudieras estar varios días sin gastar dinero. Lo que contaban era más o menos así:
"Es que en España puedes pasar días sin consumir nada"
"¿No querrás decir horas?"
"No, no, horas no, días."
"¿¿Días??"
También contaban que desde que se levantan hasta que se acuestan, consumen, que el café de la mañana se lo toman fuera, que comen fuera, que van a centros comerciales a pasar el rato gastando todo el dinero que pueden en cualquier invento consumible nuevo, y, encima, cuando les preguntan el porqué de tanto consumo, dicen que consumen para mantener el sistema y poder darle trabajo a toda la gente.
Bueno, no sé, me deprimió mucho que en un país tan importante a nivel mundial, predominase ese tipo de pensamiento, y me deprime más aún pensar que poco a poco lo estamos adoptando, que cada vez hay más centros comerciales en los que pasar la tarde, donde te dan, por un módico precio, lo necesario para aparentar ser feliz. Y lo triste es la cantidad de gente que se está tragando el cuento y las repercusiones que eso va a tener, aparte de las que ya hay, que no son pocas.
Pero sé que estoy yo, que soy diferente, que me angustio cuando piso un centro comercial (en serio, siento como una especie de claustrofobia y rechazo, y me muero de ganas de salir de allí) y prefiero mil veces, si tengo que comprar, ir a tiendecitas locales, sé que prefiero una alcachofa a unas gambas de dudoso origen, y sé que no compraría nunca una mascota, sé que me entra remordimiento de conciencia cuando tiro un envase en una papelera normal, y que no concibo tirarlo al suelo. Sé que no soy la única diferente, por eso aún hay un poco de esperanza, pero la dificultad estriba en luchar contra la mayoría... Y no hablamos de un 10 a 1.
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Para terminar, lectores y lectoras, os contaré que yo misma me encargué de la cena de Nochebuena (cena vegetariana, desde luego), a pesar de mi reciente fobia a la cocina, y que tuvo bastante (por ser modesta) éxito entre mis escasos comensales. Quien cree que comer sin carne es aburrido, es porque no tiene imaginación; porque sí, te restringe más el usar menos ingredientes, pero vamos, el espectro de cosas que puedo comer siendo vegetariana no es, precisamente, pequeño.
Saludines y felices fiestas para todos vosotros. Os deseo pocas reuniones por quedar bien y muchas de las que apetecen. ¡Besos!
PD: Llevo desde las 03:10 hasta ahora, las 05:09, escribiendo esto. Comentad o moriré de tristeza, cual perrito abandonado. Al final no he explicado el porqué pienso que tengo la cabeza llena de mierda, pero bueno, tiempo hay para escribir más. Al menos me alegro de haber tenido este puntazo creador, porque ya os merecíais un post decente, y este blog no merece el abandono en el que lo estaba dejando. Besitos, mis niños y niñas soñadores en cuerpos de adulto.
PPD: He visto en el canal del metro que en Rusia hacen unas olimpiadas porcinas, en las que hacen competir en carreras y otras pruebas a cerditos. Realmente no entiendo cómo alguien puede comerse a cerditos así. No lo entiendo, no me entra en la cabeza. Estará todo lo bueno que queráis, pero no sé, yo tengo una conciencia que me impediría disfrutar comiendo cadaveres, eso sin contar lo monísimos que son.