Bueno, niñas y niños, vuestra querida blogger ha vuelto.
En realidad volví el viernes, pero entre trabajar, aprovisionarme y poner lavadoras no me he puesto a escribir hasta ahora. Tengo muchísimas cosas que contaros: cómo me fue el viaje a la capital, mis planes para un futuro medianamente próximo y mi gran etapa consumista. Así que aquí os dejo con el menú completo.
Primer plato: el viaje.
Fue estupendísimo. Tengo que agradecérselo sobre todas las cosas a Artificialthinking, un grandísimo anfitrión, padre adoptivo y marido incestuoso. Has hecho que este viaje sea increíblemente genial, me has cuidado y mimado un montón mientras estaba contigo, me has llevado a todas partes... te estaré agradecida siempre por acogerme como lo has hecho.
En segundo lugar, mil gracias a Mery: mi mejor madre adoptiva y asistente de compras, que también me ha cuidado un montón y con la que me lo he pasado genial todas las veces que hemos quedado. Además de ser mi confesora. :* ¡Eres un sol!
En Madrid me lo pasé increíblemente bien, y exprimí el viaje al máximo: estuve en mil lugares: el Reina Sofía, el Prado, el Real Jardín Botánico, el Palacio de Oriente, el templo de Debod, el Retiro... paseé por todo el centro, fuimos de tiendas (tanto de ropa como frikis), fui al concierto de Panic! at the disco, me volví una experta en poner cinta de carrocero, me bañé en piscinas y jacuzzis, visité Segovia donde pude quedar (demasiado poco) con Sans, salimos a las fiestas del Orgullo... Pero creo que lo que más me ha marcado es que conocí a un montón de gente estupenda a la que me encantaría poder conocer mejor. La mayoría son frikis Dadillos y Latverios, con especial mención para mis padres adoptivos (sí, os conocía, pero ahora bastante más), Kikina, Fi, Carlos, Nacho y Mr. Rancio.
Así que como podréis imaginar, cuando me tocó volver (a trabajar y a la rutina), me entró una depresión de caballo, aunque como os contaré un poco más adelante, mi futuro próximo no pinta nada mal. Encima el viaje en AVE fue hermoso, y me pusieron peli de Disney y todo, así que no me puedo quejar. Subiré fotos a Flickr del viaje cuando me decida a ordenarlas, por si os interesase verlas.
Segundo plato: mis planes.
Como siempre últimamente, mi vida futura va a ser muy ajetreada, sin apenas un minuto para respirar, pero la verdad es que va a merecer muchísimo la pena. Para empezar, este verano pinta plagado de visitas: si todo va bien, vienen mi querido itoko, Void y Mr. Rancio, a quienes acogeré gustosamente en mi humilde morada y con quienes pienso pasármelo súper bien y disfrutar de la ciudad y de su compañía. El resto de verano será una vorágine de estudio y trabajo completamente matadora, porque necesito aprobar muchas cosas y encima ahorrar mucho para viajar. Los primeros quince días de septiembre serán un infierno infernal, pero tras ello llegará la calma y espero que el orgullo de haber aprobado todos los exámenes ese mes.
La lástima es que no podré ir con Sai a Grecia, ya que tiene planeado el viaje justo en los momentos de exámenes y yo fui tan cazurra de no aprobar los que debía para tener septiembre libre. Peeero, como si de un ángel caído del cielo se tratase, Void me confirmó hace unos días que se va este año de Erasmus a un pueblo de nombre desconocido en Grecia, así que en cuanto ahorre lo suficiente iré a visitarlo.
A su vez, Mr. Rancio se va a Lisboa de Erasmus, así que muy probablemente también asalte su hogar a lo largo del curso que viene, teniendo así dos viajes molones y no excesivamente caros al alcance de la mano, con fantástica compañía además.
No me puedo quejar, como veis será todo hermoso: estoy contentísima de tener dos viajes tan estupendos en el horizonte, me motiva muchísimo. Para rematar, en verano de 2010 hay una posibilidad de viaje a Japón con mi itoko-chan y quien se apunte, pero para eso tendré que ahorrar la vida...
Postre: momentos de consumo
Desde que vine a Barcelona (es decir, desde hace dos años y medio), la única ropa que me he comprado han sido unas deportivas, así que mi gasto en ropa no ha sido excesivo. Eso por no mencionar que de la ropa que tengo, el 90% es de segunda mano, son cosas que recolecta mi madre y luego me pasa, con lo cual nada pega con nada. Pero llegado el momento en el que sólo tienes un pantalon que no está roto ni te viene grande... Llega la hora de comprar ropa. Así que con Mery, mi asistente de compras personal, nos fuimos de rebajas, y me compré mogollón de cosas y sólo por 130 lerus, que no está mal. Dos pantalones, dos faldas, leggins, camisetas, ropa interior, sandalias... todo súper chuli y combinable. Quizá amplíe esto un poco más cuando me vaya de rebajas con mi itoko, aunque esta vez yo iré de asistente y él de comprador, que está en la misma situación que yo hace unas semanas: dos prendas decentes que ponerse, el resto roto, viejo o de un tamaño nada adecuado.
Ese ha sido mi consumo necesario, pero es que también me he dado unos caprichos, que estoy harta de ahorrar para pagar matrículas, piso, facturas y no comprarme nunca nada que no sea estrictamente necesario.
Así que me compré frikadas. He decidido que empezaré dos colecciones de comics como hace Mery y mes a mes me gastaré unos eurillos en ellas. Y quizá también me vaya pillando poco a poco tomos gordos de cosas molonas como The Ultimates, Sandman, Calvin y Hobbes, Blacksad... Lo malo es que hay cosas difíciles de conseguir. Por ahora me pillé los dos primeros números de las colecciones de Thor y de Ultimate War, visto que es casi imposible pillar otras colecciones porque van toda por números adelantadísimos y no quedan de los primeros. Por ahora sólo me he leído el primero de Thor y está muy bien.
Ah, me gustaría que me habláseis de Civil War. Porque conozco a fans y detractores y no sé a quién hacerle caso sobre si adquirir los comics o no. Además debería leer House of M primero, ¿no? ¿Me recomendáis también algún manga chulo? Es que veo portadas y portadas pero ninguna me dice nada, ando algo desconectada de los mangas últimamente. ¡Y los pocos que me suenan es porque tienen dorama! xD Y para rematar las frikadas, me compré un tachikoma. Es monérrimo.
Mi último capricho han sido una Silk·épil Xpressive y un ventilador (aunque esto sí era necesario, que no veas el calor infernal que hace a medio día... ¡Los findes no podía dormir!). A la mayoría de visitantes de este blog os la sudará olímpicamente que me haya gastado ciento y pico euracos en una depiladora, o, a lo sumo, os parecerá una estupidez, pero la verdad es que estoy muy contenta con mi compra, porque aparte de funcionar estupendamente quitandome todos los pelos, tiene luz para que no te dejes ni uno (lo cual es ideal para una neurótica como yo). Y es que la cera es una mierda porque mis pelos son finitos y con cera en vez de arrancarlos se me parten y me vuelven a salir en nada, con lo cual no me sale rentable en absoluto. Y sí, ya tenía una maquinita, pero ni punto de comparación, oigan, ni en cuanto a dolor ni en cuanto a resultados. Con lo que me ahorre en la cera, pues la iré amortizando.
Siento terminar el post hablando de las maravillas de mi Braun, sobre todo porque si no os depilais os debe interesar tanto el tema como a mí me interesa lo que aprietan o no los diferentes tipos de calzoncillos del mercado, pero si os depilais entenderéis mi felicidad al respecto.
Perdonadme por haberos abandonado tanto tiempo, lectores míos. Pero he vuelto.