Entró a su casa, y, entre la habitual compra de su madre, hubo algo que le llamó la atención. Cacahuetes. Su madre solía traer todo tipo de frutos secos, pero nunca cacahuetes, y, con lo práctica que es, menos aún con cáscara. Pero ahí estaban. Los olvidó un par de días, pero al final, en uno de esos momentos gulosos que le entraban cuando fingía que estudiaba, los abrió.
Y mientras los pelaba y comía, los cacahuetes, a pesar de su tamaño, infundieron por su mente gran cantidad de escenas de aquel semisótano, con escasa luz a pesar de que en el exterior el sol brillase en un demoledor mediodía de verano. Llegaron a su cabeza miles de recuerdos en tropel, peleando por ver cuál era recordado primero: el olor del polvoriento sofá en el que se sentaban, tumbaban o abrazaban; el sonido de la gente caminando por encima; el ladrido de los perros con la llegada del cartero; los sustos de los pasos que parecía que bajaban pero no lo hacían; los ojillos traviesos que miraban desde la ventana o aquella silueta de espaldas frente al escritorio, concentrada, haciéndose la responsable pero anhelando un beso, un abrazo o una caricia. También recordó la frustración de un día de estudio en el que ella acababa saturada, con conocimientos o sin ellos, pero que siempre tenía recompensa en esos momentos de irresponsabilidad tan necesarios. Aquellas paredes, memorizadas hasta cada recoveco, como aquel cuerpo, hacer comidas programadas por una madre neurótica, pasear entre unos cuantos frutales o bajo unos pinos, ver al bueno de Puço haciendo sus trucos o simplemente esos ratos en que se miraban fijamente a los ojos. Y en su cabeza, entre aquel torbellino de memorias, se dijo: "¿Sabes? A veces no entiendo porqué acabó, pero, aunque me contradigo, sé que el final llegó cuando debía. Supongo que sabes que sigo queriéndote, y esperando a que las aguas se calmen lo suficiente como para que podamos tratar de construir algo sobre estas ruinas. Espero que todo te vaya bien hasta entonces."
2 comentarios:
Ei, bonito cuento. Debe ser que estos dias estoy un poco melancólico y nostálgico, pero me ha llegado :)
tanto lio por un cacahuete?!!!... será que yo no me hago tantos cuestionamientos... pero bien, igual te prefiero cuando escribis relatos eroticos...
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