24/1/08

Ecologismo práctico - Índice

Esta serie de posts consiste en una lista de consejos que podéis aplicar en nuestra vida diaria y sirven para que maltratemos un poco menos a nuestro planeta sin tener que aplicar esfuerzos sobrehumanos. Es decir, asumiendo que ninguno de nosotros quiere irse a vivir en una tribu en la selva, pero tampoco queremos tratar al planeta tan horriblemente como un estadounidense medio, os daré algunas ideas que os pueden ayudar a acercaros a ese intermedio medianamente decente. Probablemente ya habréis escuchado la gran mayoría en televisión, o gracias a la labor divulgativa de diversas ONG, pero siempre viene bien comprobar que no nos dejamos alguna.

Como me ha quedado una cosa infinitamente más extensa que el post de un folio que pensaba que sería, lo divido en secciones, y sólo tenéis que venir al índice para acceder a ellas de forma cómoda.

Ecologismo práctico, aplicado a nuestra vida diaria.

  • Introducción.
  • Consumo.
  • Nos deshacemos de los residuos.

    Recomendaría leerlo todo (tomaos vuestro tiempo, que es mucho), pero creo que si realmente os interesa el tema, lo que he escrito está bastante currado, incluída la introducción. Y os animo también a aportar ideas en los comentarios, que seguro que se me olvidan cosas y generar debate siempre es algo chulo de hacer.
    Sin más dilación, empezad a clickear y leer. ¡Espero que os guste y os sirva!

    PD: Me gustaría divulgar esta información, porque creo que hay cosas que la gente desconoce, o que sabe que se deben hacer pero no entienden porqué, así que si alguien quiere publicarla o linkearla en algún lado que lo haga y deje un comentario diciéndomelo. Me haría ilusión y podría ser útil.
  • Ecologismo práctico - Introducción

    Los actos que podemos llevar a cabo para preservar el medioambiente se reducen básicamente a controlar y reducir nuestro consumo. Debería ser nuestro objetivo medioambiental. Y con consumo me refiero a todo tipo de bienes materiales, energía, alimentos o bienes mayores (como podría ser una casa). Todos los consejos que daré a continuación son simples directrices para llevar a cabo este objetivo, que no deberían hacer demasiada falta si cada vez que pagamos por algo tuviésemos bien en mente la idea de consumo responsable. Pero como siempre van a haber cosas que se nos escapen, está bien averiguar punto por punto qué podemos hacer.
    Esta no es una guía definitiva del ecologista modelo ni mucho menos, son simplemente las cosas que yo trato de hacer y que creo que toda la gente podría hacer sin sufrir traumas irreversibles.
    Tal y como está montada la sociedad, a veces, para consumir de forma responsable hace falta ser algo más que mileurista, pero tampoco vale escudarse en que soy pobre y por no querer gastar X € más al mes ya no consumo responsablemente... Yo creo que es mejor ahorrarse un par de cubatas el finde (o la figurita oficial de resina de nosequién) y gastar ese dinero en huevos de granja, que tomarse esos cubatas y luego comprar huevos de gallinas enjauladas.
    El mayor problema que veo normalmente a la hora de actuar de forma ecologista, son las pocas ganas que tiene uno de convencer a los de su entorno, y, por no luchar contracorriente, nos dejamos llevar por ella. La de veces que he oído “Es que en mi casa no reciclo porque mi madre pasa”*. El caso es que a la gente (tu familia o compañeros de piso), si se le dan facilidades y se les explican las cosas con buen humor y/o juegos, no te suelen decir que no (hay excepciones, pero no suelen poner pegas). Me explico: no es lo mismo si llegas a tu casa y dices “¿Oye, y si reciclamos?”, a lo que probablemente te responderán con un “Bah, para lo que sirve...”, que si llegas a casa, pones cuatro compartimentos distintos, te curras unos cartelitos guapos, arreglas todo, y dices “¿Oye, y si reciclamos? Yo me encargaré de bajar la basura si tanta pereza os da”. La gente suele hacer lo que menos esfuerzo les requiere, así que, probablemente, poniendo tú un poco más de esfuerzo, los de tu entorno cambien algunos de sus hábitos (al menos mientras viven contigo... Una suerte sería si después de eso los conservasen).

    *Claro que mucho más triste es el “No reciclo porque no tengo espacio”. Patrañas, son pocas ganas de organizarse, aunque de esto ya hablaré en el apartado que corresponde.

  • Introducción.
  • Consumo.
  • Nos deshacemos de los residuos.
  • Ecologismo práctico - Consumo I: Alimentación

    Comprar en tiendas locales y marcas locales. Si la comida la traen de un pueblo de la provincia, el gasto energético en transporte para conseguir esa comida es mucho menor que si nos compramos aguacates que traen desde Perú. Un capricho de cuando en cuando es una cosa, pero comprar la comida de a diario “extranjera” es un malgasto energético. Por eso es importante: mirar el origen de lo que compras.

    Consumir menos carne y más verdura. El consumo de carne es un despilfarro energético. Sólo el 10% de la energía existente en un nivel trófico pasa al siguiente nivel. Esto es, de toda la energía que contienen las plantas que puede comer una vaca, sólo un 10% permanecerá en la vaca que consumiremos, el resto lo gastará la vaca en moverse, crecer, respirar, etc. Si los datos que he visto por ahí son correctos, por cada kilo de carne de vaca se consumen 15 kg de cereal y 15.000 litros de agua, mientras que para un kilo de cereal, harían falta 2.000 litros de agua. Y también hay estudios sobre el petróleo que hace falta para criar animales, pero creo que con lo que he dicho hay suficiente.

    Consumir verduras de temporada y típicas de la zona. Los invernaderos utilizan más recursos que los cultivos al aire libre, así que, a ser posible, comprar las verduras de temporada, que además, serán más baratas. Y que sea temporada de mangos en Brasil no sirve, es mucho mejor comer boniatos en otoño, sandía en verano... ya sabéis, cosas tradicionales que no requieran avión o barco para su transporte. (Y pensar que aún no he probado los calçots... qué mal.)

    Consumir productos ecológicos (si el bolsillo lo permite). Estos productos no utilizan sustancias químicas durante su elaboración, lo cual favorece a nuestra salud y a las tierras donde se cultivan.

    Evitar el consumo innecesario de embalaje. Es decir, no comprar cosas que van envueltas individualmente, como los tranchetes (con un plástico por loncha), mantequilla en paquetitos individuales (para una cafetería bueno, pero ni que en casa no se pudiera tener el bote entero), galletitas envueltas de dos en dos y luego todas con su envoltorio común... Hay infinidad de sobreembalaje, y es nuestro deber reducirlo a la hora de la compra, aunque luego mandemos todo a reciclar.

    Reutilizar las bolsas de plástico. Cuando vayamos a hacer la compra, lo mejor es llevarnos un carro (las abuelas viven tanto porque usan carros, en serio) y/o bolsas de tela, así reducimos el consumo de plástico, que no nos hace falta tener un hectolitro de petróleo convertido en bolsas de la compra en casa. Para instaurar esta costumbre en casa, se puede hacer pagar a los familiares que traigan bolsas 5 ctmos por bolsa. Con lo ratas que somos todos, a nadie se le olvidará su bolsa de tela.

    Evitar los envases de plástico y tetrabricks en la medida de lo posible. Si un mismo producto está en botella de cristal y en botella de plástico, llevémonos la de vidrio, que sabemos que se recicla seguro. También las latas son más fáciles de reciclar que el plástico. Aquí vuelve a venir bien el susodicho carro de la compra, que hace que podamos llevar mucho peso con poco esfuerzo.

    Evita a toda costa las cadenas de comida rápida. Si te van a servir, que al menos te sirvan en platos de verdad... El café se sirve en taza de loza, no en vaso de papel a precio de yate, y la comida en platos, no en cajas... A veces pueden resultar algo más baratos, pero es preferible que comas fuera dos veces por mes en sitios donde te ponen comida de verdad en vajilla de verdad a que comas cuatro veces al mes en templos al consumismo donde se despilfarra en absolutamente todo (excepto en calidad, claro). Y en cuanto a lo del precio, si sabes buscar hay sitios mil veces mejores y al mismo precio, aunque sean difíciles de encontrar. En última instancia siempre puedes pillarte un kebap en vez de un menú de la hamburguesería de turno y así solo gastarás una servilleta y una lata en vez de dos cajitas, un vaso, cubiertos de juguete y un mantelito individual de papel, todo aliñado con toneladas de servilletas satinadas inservibles.

  • Introducción.
  • Consumo.
  • Nos deshacemos de los residuos.
  • Ecologismo práctico - Consumo II: Bienes materiales

    No hablaré de las decisiones que debería tomar alguien cuando compra su casa (como asegurarse de un buen aislamiento, que si hay madera en suelos o muebles, esta tenga el sello FSC, que averigüe las posibilidades de utilizar energía solar...), ya que dudo que alguno de los que leen el blog esté en esa situación, de manera que me centraré en bienes más pequeños, como pijaditas, ropa, material escolar... Cualquier cosa que no sea de alimentación, aunque varias de las directrices se repiten, como podréis ver.

    Reducir el consumo a lo estrictamente necesario. 25 pares de zapatos, os pongáis como os pongáis, no son necesarios. Ni tampoco tener toda la colección de figuras del Final Fantasy ∞ importadas directamente desde Japón. Aunque no nos guste admitirlo, todos estos caprichos son prescindibles, y está bien que nos demos alguno de cuando en cuando, pero realmente no ayuda mucho al planeta que vivamos de caprichos consumistas, así que: moderación, aunque duela.

    Comprar productos locales de tiendas locales.

    Comprar en tiendas de comercio justo. Tratar de asegurarse de que al menos, quienes han fabricado lo que estás comprando han sido tratados como personas y no como robots. Esto no es ecologista pero es humanitario...

    Evitar el exceso de embalaje. Decir que no quieres bolsa porque puedes meter lo que acabas de comprar en tu mochila o en la bolsa que ya llevas está bien. No es algo que debiera daros vergüenza, pero he visto a más de uno/a que no lo hace por vergonzoso/a.

    Si algo es de madera, que lleve el sello del FSC, un consejo no gubernamental que vela por el uso ambientalmente responsable de la madera de los bosques del mundo, entre otras cosas.

    Utilizar baterías y pilas recargables. Si tenemos que comprar un aparato electrónico para casa o la oficina, mejor con cable. Si es un dispositivo portátil que obligatoriamente ha de llevar baterías, evitar a toda costa las pilas normales. Supongo que todos sabéis lo contaminantes que son estas cosas.

  • Introducción.
  • Consumo.
  • Nos deshacemos de los residuos.
  • Ecologismo práctico - Consumo III: En casa

    Respecto al agua: vivimos en un país con bastante escasez, y los tiempos que se avecinan parecen aún peores, así que es mejor que nos dejemos de tonterías y no nos pongamos a malgastar agua potable como si fuese algo infinito, porque contaminada o salada no nos sirve.

    Aislar bien la casa. Eso reducirá las variaciones bruscas de temperatura y por lo tanto dependeremos menos de calefacciones y aire acondicionado.

    No abusar de la calefacción ni del aire acondicionado. Eso de ir en manga corta en diciembre y con chaqueta en agosto es mejor que se lo dejemos a los del hemisferio sur.
    Por pasar un poco de frío o calor no nos vamos a morir, hay que evitar utilizar esos aparatos a toda costa, son un gasto terrible.

    Aprovechar los ciclos de temperatura diarios para acondicionar la casa. En verano, bajemos las persianas a mediodía y abramos todas las ventanas al fresquito de la noche, de forma que por el día se conserve el mayor tiempo posible el frescor de la noche anterior. Y en invierno al revés, cerrar todo de noche y abrir un ratito a mediodía si hace bueno, o no abrir.

    Usar productos de limpieza poco agresivos con el medio ambiente. La marca Froggy, que está al precio de las marcas más publicitadas o un poco por debajo, es respetuosa con el medioambiente pero igual o más eficiente que otras marcas (y los botes duran una eternidad...)

    Poner la lavadora o lavavajillas sólo si están llenos. Hay gente con la horrible costumbre de poner la lavadora con dos pantalones... A mí la conciencia me mataría.

    No dejar los aparatos en stand-by todo el día. Supuestamente eso ahorra un 15% de energía, pero no sé respecto de qué.

    Apagar las luces de las habitaciones en las que no haya nadie. Esto es una terrible costumbre en muchas casas, pero las luces sólo hay que encenderlas si hay alguien que necesite ver en ese lugar. Asimismo, evitad quedaros dormidos con la luz encendida.

    Evitar la iluminación navideña. Hay muchas formas de hacer bonito que no requieren un consumo de electricidad. En el caso de que queráis poner luces igualmente, no las dejéis encendidas toda la navidad, encendedlas sólo cuando estéis en casa. Y las del balcón realmente no son necesarias... De la iluminación callejera ya se encarga el ayuntamiento.

    Usar el agua caliente sólo para la ducha. La lavadora no necesita agua caliente a no ser que seamos cirujanos y tengamos batas llenas de sangre (que no creo que sea el caso). Ni los platos ni el suelo requieren agua caliente para estar más limpios si se limpia bien, y ahorraremos electricidad o gas.

    Usar las dosis adecuadas de productos de limpieza. No por echar más va a quedar más limpio. De hecho, si se echa de más, lo normal es que queden manchas de jabón después. Lo mejor es utilizar la dosis adecuada, así liberaremos menos porquerías químicas al agua sin necesidad.

    Ducharse en vez de bañarse. Para llenar la bañera, aunque sólo sea a mitad, necesitamos el doble de agua de la que utilizamos para ducharnos, de manera que lo de sumergirnos mejor es dejarlo para la playa o la piscina en verano.

    No abrir el grifo si no es necesario. Por ejemplo mientras te cepillas los dientes (yo me sorprendí muchísimo cuando descubrí que hay gente que lo hace y la conciencia ni le da un cosquilleo... A mí me duele oír grifos abiertos sin necesidad) o mientras friegas los platos. También mientras te enjabonas en la ducha puedes cerrar el grifo, aunque en invierno puede suponer un poco de frío, creo que todavía nadie ha muerto por ello. (Aunque yo tuve un calentador tan lejos del baño que como cerrases el grifo tardaba más en volver a salir agua caliente que lo que tardaba yo en enjabonarme...)

    Las siguientes son aportación de Sinkim, que a mí se me habían olvidado unas y no conocía otras:

    Poner una botella de plastico en la cisterna del baño, para que no se llene tanto, ya que mucha del agua que utilizamos cuando tiramos de la cadena es innecesaria. Si ponemos una botella de dos litros, son dos litros menos de agua que se tiran por cada descarga completa de la cisterna. De igual forma, en las cisternas modernas, si se presiona botón que sirve para tirar de la cadena una segunda vez se corta el agua que sale, por lo que no se vacia completamente la cisterna y es agua que se ahorra.

    Vigilar que los grifos estén correctamente cerrados, que no haya goteos o incluso hilos finos durante todo el día desperdiciando el agua. Vigilar especialmente el de la bañera o ducha ya que ese se suele ver menos que los otros.

    Utilizar dosificadores en los grifos. (Si no me equivoco en cuanto a lo que quiere decir Sinkim) Para que el agua salga a presión, se pueden utilizar filtros que mezclan el agua con aire de forma que aún con poco flujo de agua, hay suficiente presión. Sin estos filtros, hace falta mucho más flujo de agua en el grifo para conseguir la presión adecuada y se termina gastando bastante más agua.

    Cuando llenas una botella de agua fría, si no la vas a beber en el instante, en vez de dejar correr el agua hasta que salga fría metela en la nevera.

  • Introducción.
  • Consumo.
  • Nos deshacemos de los residuos.
  • Ecologismo práctico - Consumo IV: Transporte

    En tu día a día:

    Moverse a pie o en bici siempre que sea posible.
    Estos son los transportes menos contaminantes que existen, pero tememos tendencia a ser unos vagos y que nos de miedo caminar 20 minutos, cosa que está mal para el medioambiente y para nuestra salud.

    Utilizar el transporte público, nunca el privado. La mayoría de las veces hay algún tipo de transporte público que cubrirá el trayecto que debes realizar hasta tu trabajo o lugar de estudios. A veces funciona mal, sí, y más en este país, pero si se sabe aprovechar, tiene muchas ventajas:
    • Aunque no es tan barato como debería, es más barato que mantener un coche, que entre seguro, combustible y reparaciones esporádicas te sale por un riñón, por no hablar del precio del coche inicialmente.
    • No tienes que preocuparte de aparcar, cosa que es un infierno y en la que inviertes normalmente casi el mismo tiempo que en llegar a tu destino (sobre todo en ciudades grandes).
    • Mientras conduces, no puedes hacer nada, es tiempo que pierdes. Mientras viajas puedes estudiar, leer, hablar con otra persona de forma totalmente relajada, jugar con tu DS... Échale imaginación y dejarás de ver el tiempo en el bus como un tiempo perdido.
    • Es cierto que tienes que adaptarte a los horarios de tu transporte, pero adaptarse no implica que pierdas el tiempo, sólo que te ajustes a un tipo de horarios no inmediatos y averigües qué puedes hacer con el tiempo que tienes. Yo personalmente prefiero esperar diez minutos en una parada de bus a dar vueltas veinte minutos en busca de un aparcamiento...
    Suponiendo que realmente necesites un vehículo privado (probablemente yo discrepe con lo que alguien considera “necesitar”, pero bueno):

    Compártelo siempre que puedas. Si no conoces a nadie de tu trabajo o centro de estudios que quiera ir contigo, prueba en alguna página de coches compartidos, que hay bastantes. Si lo usas para fiestear los fines de semana, usad sólo los coches necesarios y que los conductores no beban (esto es por vuestra salud, no por el medioambiente).

    No uses tu coche o moto para ir a comprar el pan. Esta es una costumbre horrible. Yo entiendo que prefieras tener coche porque esperar media hora a pillar un bus que tarde 2 horas en llegar a tu casa cuando tú puedes hacer el trayecto en media hora es absurdo. Pero una cosa es eso y otra muy distinta usarlo para ir de tu casa a la casa de tu colega dos calles más abajo de donde vives.

    Para viajes largos:

    Si es posible, utiliza el tren o el autobús, no el avión. Consumen mucho menos por pasajero, pero entiendo que tal y como están los precios la cosa se decante hacia el avión...

    Si vas en coche, es mejor acompañado. Sólo un coche para cuatro y no un coche por cabeza. Aparte de ahorrar energía, te lo pasarás mejor seguro.

    Si no tienes más remedio que ir solo, busca en páginas de coche compartido gente que quiera hacer tu trayecto. Te ayudarán con los gastos y contaminarás menos.

  • Introducción.
  • Consumo.
  • Nos deshacemos de los residuos.
  • Ecologismo práctico - Nos deshacemos de los residuos

    Este es seguramente el tema con más controversia de todos. Quien no quiera creer que se recicla, que no lo crea y no recicle, mientras haya reducido su consumo al mínimo, ya estará haciendo grandes cosas. Yo personalmente no me fío mucho de que los plásticos y los tetrabricks se reciclen, al menos no todos, pero lo que sí me parece es que los procesos para reciclar latas, papel y vidrio funcionan y muy bien. Creo que el reciclaje es algo que deberíamos tomarnos en serio aunque se nos pueda estar estafando.

    Reduce. Deberíamos haber reducido nuestro consumo de envases innecesarios al mínimo, generar la mínima cantidad de basura posible, y hacerlo mayoritariamente en forma de vidrio, latas y materia orgánica.

    Reutiliza. No tires las cajas o botes que puedas reutilizar, los rollos de papel de váter pueden ser materia prima de manualidades para tus primitos, las bolsas del supermercado utilízalas para la basura. Yo por ejemplo, la bolsas del reciclaje que veo limpias las vuelvo a subir a mi casa y las reutilizo (sobre todo la del papel, que siempre está limpia).

    Recicla. Reciclar no es tan complejo y tan engorroso como piensan algunos. Animo a los que no lo hacen a probar durante una semana (pero probad en serio), y si es tan horrible, volvéis a dejarlo. Actualmente, los residuos deberían separarse en un mínimo de siete tipos, de los cuales los cuatro primeros suelen ir en nuestra cocina:
    1. Papel y cartón (contenedor azul)
    2. Envases, es decir, latas, plásticos y bricks (contenedor amarillo)
    3. Vidrio (contenedor verde)
    4. Resto, es decir, materia orgánica y alguna cosilla inclasificable más (contenedor normal)
    5. Trastos. Muebles viejos y cosas así. Si preguntas y no conoces a nadie que lo pueda aprovechar, tu ayuntamiento debería tener un servicio de recogida gratuito con el que te los puedes quitar de encima.
    6. Cosas raras. De estas acumularás como mucho una bolsa al año, pero en vez de dejarlas en el contenedor hay que llevarlas a un punto verde, donde se encargarán de su correcto procesamiento. Son cosas raras como pilas, bombillas, ropa, aparatos electrónicos rotos, CDs, vidrio plano...
    7. Aceite. Nunca lo tires por el desagüe. Reutiliza el aceite que puedas, y cuando lo tengas que tirar, guarda el aceite usado en un bote o garrafa y luego llévalo al punto verde (o bien tíralo a la basura normal si tu punto verde está a más de 30 kms de distancia), pero no por el desagüe, que luego nos quejamos de los escapes de petróleo y mientras tiramos aceite y grasa al mar que es lo mismo.
    Sobre el espacio:
    Reciclar no requiere un espacio excesivo. Si en la cocina no cabe, en el lavadero o un hueco del pasillo puede caber. Y si no, siempre hay soluciones ingeniosas como ésta, ésta, ésta o ésta. Como último recurso, siempre podemos dejar todo lo del reciclaje junto en la misma bolsa y separarlo ante los contenedores, así que la excusa de que la cocina es pequeña no me sirve..

    Composta la materia orgánica. La materia orgánica puede transformarse en abono para las plantas, así que si tienes jardín y un espacio de un metro por un metro, puedes crearte tu propia miniplanta de compostaje. También hay vermicompostadoras, que aprovechan la actividad descomponedora las lombrices para acelerar el proceso.

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  • 22/1/08

    It's over



    El dibujo es Saving all my words, de Pyromaniac.

    Bueno, creo que esta vez no habrá vuelta atrás, lindo. Han habido demasiadas idas y venidas, demasiados altibajos, más bajos que altos. Pensar que todo acaba es algo que no aguanto, pero sé y entiendo que tampoco podríamos soportar que continuase. Demasiada mierda. Sólo decirte, si alguna vez lees esto, que siento haber metido tanto la pata tantas veces, es una constante en mi vida que espero solucionar, y espero también que algún día puedas comprobar por ti mismo que lo he logrado.

    Intentaré ser fuerte.

    Tengo que serlo, no hay otra salida.

    18/1/08

    Por cambiar de aires

    Bueno, ya que los posts anteriores fueron en tono maniaco-depresivo, voy a poner uno de tonterías antes de seguir con los tres posts que dije que escribiría.

    Lo primero es haceros un par de preguntas. Una, que ya la habréis visto algunos, está en la barra lateral, en una encuesta de interés mundial que reflejará el buen o mal gusto de mis lectores.
    La otra es: ¿Quién creéis que espera con ansias a que yo salga de la ducha?

    ¿Un maromo esperando en la cama a tocar mi piel suave?

    ¿Mi compi de piso que se está meando desde hace milenios?

    ¡NO!

    He aquí la respuesta:


    (Y que conste que ese día la gata estaba inhibida por la cámara, pero por lo general ni siquiera le tengo que hablar. No sé porqué lo hace. XD)

    Y ahora una grandísima noticia bloggeril de interés universal: tengo galería en DeviantArt. Por ahora sólo hay 3 dibujos y un retoque, pero espero que ya que tengo la Wacom, se me quite la vagancia y dibuje un poco más a menudo.

    Deviant Screen

    Echadle un vistazo también a mis favoritos, que hay muchas imágenes muy chulas (sobre todo para los/as fans de Disney, especialmente LAS. XD).

    17/1/08

    A la sombra de los gigantes

    A la sombra de un gigante

    Creo que una de las pocas, poquísimas, cosas que tengo claras en mi vida es la importancia de tener unos principios y defenderlos hasta la muerte. De ser un pilar fuerte para quien quiera apoyarse en mí y de armarme con tantos argumentos sólidos que cualquiera que intente tirarme abajo no lo consiga. Lo hago, y eso me mantiene mirando hacia adelante y queriendo avanzar. Pero el problema es que voy sola, que a todo el mundo mis argumentos le parecen bonitos pero a nadie le importan una mierda, porque total: "Es sólo una radical idealista. Ya cambiará y se volverá como nosotros". Todos me leen y me dicen, oh, qué bien, está muy bien que pienses tanto, pero nadie hace nada, a nadie le importa nada, a ni una sola persona. El post anterior a este era muy importante para mí, pero sólo lo es para mí, y eso me entristece y me frustra, es como gritarle a una pared, demasiado oído sordo.
    Las únicas personas que entiendan lo importante que es esto, que lo entiendan de verdad, son aquellas capaces de mirar un árbol, amarlo, admirarlo y saber, sin necesidad de posts moralistas, que su deber es protegerlo de todos nosotros, de este virus que somos. Esos son pilares de verdad, los que me impulsan a hacer todo esto, y, aunque siempre he dudado sobre tener un objetivo claro en mi vida, ahora que me estoy desmoronando me doy cuenta de que este es un objetivo que siempre he tenido presente sin saberlo. Siempre he querido salvar el mundo, y si tuviera una mejor forma de conseguirlo que el camino que estoy siguiendo, creedme que lo haría, pero por ahora creo que esto que hago, aunque poco, es lo máximo que puedo hacer hasta que termine la carrera.

    ¿Sabéis? Siempre he tenido fe en la humanidad. Todavía la tengo. Adelante, podéis reiros o decir "qué mona, ya cambiarás", ya lo han hecho. Soy una ilusa, lo sé. Pero tengo fe en la humanidad, tengo la certeza de que todo puede cambiar e ir a mejor. De que todas las personas, por malvadas que parezcan, tienen algo bueno dentro, y me veo capaz de sacarlo. Supongo que será porque tengo algún complejo de superheroína o algo así y me creo capaz de todo, incluso de llevar al mundo entero hacia un horizonte mejor. Pero cada vez me decepciono más con la humanidad, con las pocas ganas que tiene la gente de mejorar, con las pocas ganas de nadie por nada. Nadie lucha, son todos una panda de borregos que pastan, cagan, pastan y cagan. A nadie le importa nadie, a nadie le importa nada. ¿Y sabéis? No soy una superheroína. No puedo con todo esto yo sola, es imposible. Veo como se acerca peligrosamente el día en que en vez de llorar de impotencia, todo me de igual, pase de intentar modificar nada y me una a la masa de borregos. ¿Que el mundo se va a la mierda? Da igual. Y no quiero. No quiero. Me niego a ser una amargada gris como todos vosotros, que sois unos putos gilipollas por rendiros tan pronto, por quitarme mis ilusiones a base de patadas, por dedicaros a pastar y cagar. Una sola persona no puede con tanta decepción, y ver que la gente que más cerca tengo pasa igual de todo que cualquier puto bakala, es demasiada decepción... Os odio.




    PD: En un momento de frustración del messenger hice este dibujo: mi UZI y yo.

    Mi UZI y yo

    Os lo dedico, por robarme mis ilusiones y destruir mis sueños, por hacer que la única cosa importante en mi vida, que son mis principios, no valgan nada.

    16/1/08

    Cambio (climático) y sacrificio

    Bueno, visto que los posts polémicos en los que mando todo y a todos a la mierda no os dejan indiferentes, he creído necesario escribir este a ver si os provoca alguna reacción. Al menos es en un tono bastante menos ofensivo que el de Ocultándose de uno mismo.

    Estoy hasta las narices de todos los neoecologistas preocupados por el medio ambiente, de todos los que se han apuntado a la moda que Al Gore con su documental ha conseguido poner en marcha, que es nada más ni nada menos que salvemos el planeta. Da igual la de años que hace que los científicos saben que la cosa se está yendo a la mierda, y da igual que los de Greenpeace y similares lleven predicando el Apocalipsis desde hace añísimos. Tienen que llegar Al Gore y su documental como detonante de esta nueva moda mundial.

    A ver, no me malinterpretéis, me parece genial que por fin se empiece a notar un mínimo de movilización en el planeta y que los gobiernos por fin se planteen que quizá, si eso, deberían hacer algo al respecto, aunque sólo sea por moda. Pero el problema es que se está plagando todo de pseudoecologistas, y, al igual que los fans apócrifos del Señor de los Anillos que sólo lo fueron tras ver las películas, estos ecologistas me molestan.
    ¿Que por qué? Porque esto no debería ser una moda cualquiera, debería generar cambios en el comportamiento de la gente. Ahora todos reenvían presentaciones de Powerpoint sobre lo importante que es frenar el cambio climático con fotos de las maravillas del planeta que hay que salvar, reenvían videos demuestran la importancia de tomar acción, dicen "Qué mal anda todo" y sacuden la cabeza cuando se enteran de un vertido de petróleo, pero luego siguen yendo en su coche al trabajo y sin separar la basura.

    Y es que, señores, las cosas no van a cambiar porque los gobiernos pongan leyes, van a cambiar si cambiamos nosotros y nuestros putos hábitos de consumo y forma de vida. Si cambiamos todos, los gobiernos por huevos cambian y hacen leyes decentes. Que sí, que a todos nos gusta vivir lo más cómodo posible y que si tuviésemos un jacuzzi propio a ver quién es el listo que nos consigue convencer de que mejor ducharnos, que gastamos menos agua, pero es que así no va a cambiar nada y se va a ir todo a la mierda.
    Si realmente te importa el planeta, plantéate hacer "sacrificios" en tu vida diaria en pos del medio ambiente, que lo que no se puede pretender es cambiar el planeta mientras estás cómodamente sentado en tu sillón, con camiseta de manga corta porque tu termostato está a 28º C, todas las luces de la casa, la tele y el ordenador encendidos al mismo tiempo mientras comes magdalenas envueltas primero individualmente, luego con una bolsa común, y por último con la bolsa de la compra.

    Si realmente te importase el medioambiente, no te compras una casa en una urbanización donde para ir a comprar tienes que moverte en coche. Pero a nadie le importa el medioambiente, a todos nos importa más tener nuestro culo calentito y rodeado de cojines, y si en veinte años se va todo al carajo, entonces esperamos tener suficiente pasta como para comprarnos una casa en uno de los pocos sitios habitables que queden mientras el resto se muere y sufre. Y ya de las especies animales y vegetales ni hablamos, porque para qué. Que se extingan o no, mientras no me piquen por las noches, me la suda.

    Me parece muy triste y me frustra horrores que nadie sea capaz de cambiar cosas realmente simples* por vagancia, a pesar de la mejora que conllevaría ese cambio, y por eso la gente que sigue esta nueva moda me molesta tanto, porque hablan, hablan y hablan y no hacen absolutamente NADA, y se podrían meter su inactividad por donde les cupiese o al menos no fingir que les importa el medioambiente para ser políticamente correctos y en el trabajo piensen de ellos que qué buenos ciudadanos son. Porque que alguien se una a la moda de ser republicano o a la moda emo, pues me la suda, pero que alguien se una a la moda de ser ecologista me toca los cojones porque en esto de salvar el mundo, hay cosas mucho más importantes en juego que derrocar una monarquía o que ponerte flequillo. Estamos hablando de TODO el puto planeta cambiando, extinguiendo especies, modificando corrientes oceánicas, cambiando de temperatura y la composición de la atmósfera y únicamente porque somos unos comodones incapaces de soportar un mínimo de sacrificio por nada**.
    Cada uno sabrá que hace con su conciencia, claro que sí, pero el problema es que a mí me conciernen VUESTRAS acciones, no sólo las mías, y eso hace que se me hinche la vena ante tanta negligencia, indiferencia e hipocresía. A tomar por culo, ya me compraré una UZI y acabaré con todos.

    *No mencionaré la complicadas, porque si no somos capaces de usar pilas recargables porque en la tienda de abajo de casa no tenían, pues para qué hablar de reducir el consumo de carne, que nos gusta comerla y cuanta más mejor...

    ** Que no seamos capaces de aguantar dos días moqueando sin hincharnos a medicamentos creo que apoya mi teoría de que si no estamos perfectos todo nos da igual y nos miramos únicamente el ombligo hasta conseguir estarlo. Dolor no, sufrimiento no. Pues así no van las cosas.

    PD: Tengo tres posts más en mente relacionados con este. Voy a decir aquí de qué tratarían, y, si a alguien le interesa alguno de ellos, que me avise y lo publicaré, pero como lo dudo, paso de publicarlos si nadie los pide. Y no vale pedirlos por quedar bien, quiero que los pidais sólo si pensáis darles un mínimo de uso a mis palabras, si creeis que realmente lo que pueda decir puede causar alguna reacción en vuestro cerebro y no será como leer una revista en la peluquería.
    • Estoy dispuesto, pero ¿qué hago? ¿Qué cambio? – Sería algo así como una guía para quien esté dispuesto a hacer sacrificios en pos de la conservación del medioambiente.
    • A los “escépticos” – Un intento de arrancarle los párpados quienes se crean que el cambio climático es una patraña para que abran los ojos, y, si las pruebas no les bastan, razones por las que aún sin creer, deberían preocuparse por el tema.
    • Pensar globalmente - La importancia de hacerlo.

    13/1/08

    Apostando

    Si consigo en 24 horas (no cuento las que voy a dormir ahora) aprobar un examen de 40 temas del que sólo he estudiado cinco, me regalan un billete de avión a Italia.

    Mac, estás perdido. Has apostado contra la Elfa con Mas Suerte del Mundo™.

    9/1/08

    ¿Qué clase de geek eres?

    Prats me ha pasado un meme bastante chulo, que consiste en decir los geeks con los que más te identificas de la siguiente imagen:

    Geek types

    Voy a poner los cinco con los que más identificada me siento, pero la verdad es que después de ver esto me siento taaaaan poco friki... En primer lugar porque, admitámoslo, hay que tener pasta que gastar en frikadas para ser friki, y yo prefiero tener tres gatos que comprarme comics, merchandising o ir a convenciones. Y en segundo lugar porque soy demasiado dispersa, no puedo centrarme en nada en absoluto y eso incluye las frikadas... Hago un poco de todo, pero mucho de nada. No sé si me explico. Digamos que soy un 2% de cada uno de esos tipos y un poco más de los que menciono a continuación.  
    • Nintendo Geek
    • Lab Geek
    • Scrapbook Geek
    • Anime Geek
    • Webcomics Geek

    ¿No hay un Blog Geek? ¿Ni un Science Geek? ¿Pervert Geek tampoco? XD Yo diría que Timeloser Geek es la que mejor me cuadraría...

    PD: Me parece muy fuerte que tenga que escribir un post lleno de sarna para que la gente me comente... El post anterior sobre el viaje era monérrimo y pocos le hicieron caso. Y eso por no contar los que me leen y no me comentan... ¿verdad, Itoko?. Comentadme más a menudo, porfi, que luego que me da envidia que individuos como Tréveron con un blog sietemesino tengan más comentarios que yo con mi blog de casi tres añitos... Sois todos malfados. Y puede que parezca que digo esto en broma, pero no, me pone triste en serio recibir pocos comentarios. Si es porque ha decaído la calidad del blog, decídmelo, leñe, aunque me comentéis para decir que escribo mierda, comentad y trataré de mejorar, pero escribir al aire no me gusta...

    7/1/08

    Ocultándose de uno mismo

    ADVERTENCIA: Este post está plagado de vocabulario vulgar y soez, amén de una reflexión medianamente decente (espero).

    Qué puta manía con engañarnos a nosotros mismos... A ver, que si a alguien le molesta que seas gay, que le den por el puto culo, hablando en plata. Si a alguien le molesta que seas una tía con iniciativa y no una mosquita muerta, que le den por el puto culo. Y así podéis ir extendiendo la lista todo lo que queráis. Mientras tus opciones personales no invadan la libertad de otros, ¿qué más le da a la gente? Si los demás son unos putos retrógrados incapaces de entender que por no ser igual que ellos no eres mala persona, que les den, que se hundan en sus fantásticas creencias y si te empiezan a mirar raro pasa... si te insultan pasa... Y si te agreden los denuncias, que no estamos en Israel. A tomar todos por saco, joder... A la mierda con las miraditas por encima del hombro, a la mierda los temores por si te empiezan a tratar distinto, a la mierda que tengas que reprimir cómo eres por tener contenta a gente que no lo merece, puesto que si no son capaces de aceptarte tal y como eres, ¿realmente merece la pena? Me planteo esto: si yo no puedo decir delante de un amigo: ¿“Diox, qué buena está esa” por temor a que deje de ser mi amigo, es un amigo? ¿He de tener amigos para cada ocasión? Una cosa es omitir información delante de tu jefe, pero cojones, todo tiene un límite, y me parece que ocultarle a tus amigos y allegados cómo eres realmente es ridículo, que mantenerse en las sombras por el qué dirán es cobarde y absurdo, que a quien no le guste que no mire, pero tú no tienes porqué sentirte arrepentido de ser tú mismo ante otra gente. Y sí, te tocará aguantar alguna que otra mirada de superioridad e incluso que te traten como a alguien “especial”, pero vamos, entre eso o vivir reprimida de por vida... Que les den a los retrógrados. Que les den a todos. Que os den a todos por ser unos imbéciles y esperar a que las luchas las ganen otros.
    Si nosotros, como individuos, no defendemos nuestros derechos, ¿quién cojones os creéis que va a hacerlo? ¿Superman? ¿Los presidentes del gobierno van a obligar a la sociedad a cambiar de parecer? NO. Si yo no me veo como una anormal, he de luchar porque el resto de la sociedad tampoco me vea así. Y punto. Si preferís esconder la cabeza bajo el ala, os mando tan a tomar por culo como a resto de la sociedad con sus juicios de valor incoherentes y sus aires de superioridad.

    Ira es lo que siento en este momento, no rabia, no enfado, no molestia leve. Ira. Y os mando a todos a freír mojones. Coño.

    6/1/08

    Días de cuento

    Advertencia: Este post es considarablemente largo, de lectura amena para los implicados. Espero que para los no implicados también.

    Érase una vez, en un reino muy lejano dominado por malévolos tiranos y horribles brujas, donde una dulce princesa se encontraba cautiva. Los malvados tiranos le habían arrebatado el trono en las tierras del norte mientras el resto de su familia se quedó gobernando las tierras del sur. Tras meses planeando su escapada, el último día del año huyó de esas terribles tierras, no sin antes despedirse de sus amigos y realizar una fugaz visita a un buen amigo semi-bretón (¡Hola Halfang!) y otros amigos locales. [Recuerden, niños, cada vez que un melenudo se rapa, Diox mata una ballena azul.]

    El viaje fue cansado y penoso, pero al llegar a las tierras que iban a convertirse en su refugio se sintió a salvo. La recibieron con manjares y mimos, pero ella, todavía aturdida por el largo viaje, no los disfrutó en exceso. Los habitantes de las tierras sureñas invitaron a la princesa a participar en los festejos del fin de año, con un gran festín, y galones de bromas, cariño y diversión. Habiendo descansado del arduo viaje, disfrutó muchísimo tanta compañía y verse rodeada de nuevo por sus seres queridos. Durante los festejos, la princesa tuvo la ocasión de conocer a la encantadora emperatriz nipona Obaka-sama, a la que acudirá a visitar en breve acompañada de su primo. El comienzo del nuevo año transcurrió conquistando territorios [aka jugando al Risk], cosa que a una princesa educada en el arte de la guerra se le daba obviamente bien, y creando potencias económicas que se alzaban y caían a igual velocidad [aka jugando al Superpoly]. En economía la princesa deberá seguir estudiando o sus reinos pueden acabar peor que en una postguerra... Tras un sueño reparador, la princesa y su primo acompañaron a la emperatriz al carruaje que la llevaría hacia su imperio, y pasaron el resto del día entre cálculos, piedra-papel-tijera, médicos antipáticos y chocolate caliente con fogaseta. Triste que fuera una visita tan breve...

    El día siguiente la princesa desayunó con la Reina y partió a visitar a sus amigos, los nobles que habitaban sus tierras. Y eran nobles no por sus riquezas, sino por sus corazones: Darja, Devioren, Keirana, Deed, Tobal, Dai, Secun, Eric y Tréveron. Con ellos paseó por los extravagantes puestos de los mercados, comieron en una mesa redonda, tomaron agradables infusiones, acariciaron extraños animales, vieron a Iorek Byrnison en persona y disfrutaron de una obra de teatro sobre princesas reales y mundos extraños donde el amor no es ideal. La princesa aprovechó para decretar unas cuantas leyes durante su estancia:
    -Cada abrazo debía ir acompañado de una réplica para la princesa.
    -Los abrazos a la princesa no se incluyen, ya que entonces entraríamos en un bucle infinito de abrazos del que no se podría salir.
    -Ambas partes de un abrazo debían dar la réplica.
    Y así, bañada en abrazos, la princesa permaneció con sus amigos mientras estos partían hacia sus hogares poco a poco. Por suerte, el caballero Tréveron seguía su misma ruta y la acompañó hasta el reino de su madre. En el viaje hablaron mucho, con lo que la princesa pudo descubrir a una gran persona hasta ahora no mucho más que conocida.

    El día siguiente la princesa visitó a su padre, en cuyo castillo se deleitaron con ricos platos, pero antes fueron a caminar un poco por el pasado, entre homínidos. Posteriormente la princesa partió de nuevo con la misión de visitar al hechicero del reino, con el que disfrutó de una infusión oriental en una acogedora taberna, durante un breve pero agradable tiempo. Después cenó con la Reina antes de partir hacia la plaza donde había quedado con la dama Deed y el caballero Tréveron, quienes fueron su comitiva de despedida. La princesa sabía que no podía abandonar su reino en el norte a manos de los usurpadores, así que, aún sabiendo que probablemente la capturarían y torturarían de nuevo a su vuelta, no podía abandonar las tierras que le pertenecían por derecho ni mucho menos a las gentes que la esperaban y apoyaban. Durante su estancia en los territorios meridionales tuvo, los dioses saben cuantas, ganas de abandonar, pero no podía hacerlo. Por ello, al día siguiente partió de nuevo a continuar con su lucha, pero habiendo retomado fuerzas de toda esa gran gente que la mima y cuida y sabiéndose vencedora fuese cual fuese el resultado. 

         Cerebro, ¿Que vamos a hacer esta noche?
         Lo mismo que hacemos todas las noches Pinky... ¡Tratar de conquistar el mundo!


    PD: ¡¡Tengo una Wacom!! ¡Soy feliz, soy feliz! Es una Volito 2. Soy feliz, ¿lo he dicho ya?
    PPD: Pryrios me dijo que os mandase saludos de su parte y se me olvidó por completo... soy lo más peor. Todos los que conozcáis a Pryrios daos por saludados.

    Tío cosa

    En esto se convierte la princesa todos los atardeceres hasta que un beso de amor verdadero la libere de la maldición... Ah, ¿que no? ¿Que es perenne? Jo.