11/5/06

La plebe y los nobles

Tengo una extraña relación con la masa de gente. Siento que son la plebe, y que yo soy superior a la mayoría de ellos, exceptuando unos cuantos elegidos, una élite. De esta élite, los hay que están en mi nivel (los iguales), y los hay que están por encima (los superiores). Y tengo una forma específica de relacionarme con cada uno de los tres grupos.

Mi relación con los plebeyos es de indiferencia. Son inferiores, no porque hayan nacido inferiores, sino porque los han educado con valores que considero inferiores respecto a los míos y no noto en ellos ganas de cambiar a lo que a mí me parece mejor (Como veis, la objetividad no es lo mío...). No me importa lo que piensen de mí, no pueden aportarme nada. Prefiero gustarles, por comodidad, por evitar problemas, pero si no lo hago, no me importa en absoluto. Pueden odiarme o idolatrarme, lo único que me provocan es la indiferencia más absoluta.

Luego están mis iguales. Éstos me superan en ciertos aspectos, y los supero yo en otros. En balance, somos más o menos iguales y por eso me importa lo que piensan de mí, su juicio tiene valor. Si uno de ellos me desprecia, intentaré que cambie de idea, y si me adora, me sentiré agasajada, pero tampoco reaccionaré exageradamente, sino con deportividad. Los iguales componen la mayoría de gente con la que me relaciono, los que pueden aportarme cosas y a los que yo puedo aportar. Normalmente, a medida que voy conociendo a un, en principio, plebeyo, acaba pasando a esta categoría.

Y ahora llega el turno de los superiores. Con estos, mi comportamiento es totalmente distinto. Necesito su aprobación. Necesito que alguien a quien considero por encima de mí, me diga que importo, me preste atención, me tenga en consideración. Si no lo consigo, me siento completamente decepcionada conmigo misma, me defraudo, me siento un desastre absoluto... Me siento una plebeya en el mundo de esa persona, y eso me hiere. Asumo que no puedo aportarle nada a esa persona, aunque en realidad no es así.

Supongo que esto os ha debido sonar asquerosamente petulante (bueno, lo ES), pero al menos me lo admito... Yo creo que todos actuamos así, quizá no a un nivel tan exagerado, quizá vosotros lo sabéis disimular mejor, pero no soy la única en la que observo esta distinción de clases.

Desde luego, mi parte lógica y racional del cerebro me dice que todo el mundo es igual a mí, que no existen estas tres clases, que los que idolatro o desprecio, son gente igual que el resto, pero de la que tengo una idea prefijada, buena o mala, debido a lo poco que los conozco. Me dice que si los conociese a todos un poco más, me daría cuenta de que esas clases son un invento mío. Pero me cuesta actuar adecuadamente en este aspecto (aunque nunca dejo ni dejaré de intentarlo) y sentir que todos y todas cuentan por igual. Soy consciente de que debería considerar a todos iguales, y actúo como si fuera así, aunque en realidad no siento lo mismo con distintas persnas y un mismo acto. Me cuesta muchísimo verme como una más del rebaño, no ser el centro de nada, fundirme con la normalidad... No soporto pasar desapercibida y ser una hebra prescincible del tejido social. Es un sentimiento que me agobia tanto que acabo generando cosas como estratos sociales en mi propia interpretación del mundo para sentirme mejor.

¿Qué opinais vosotros/as del tema? ¿Os pasa algo similar o se trata sólo de mis galopantes problemas mentales?

15 comentarios:

o s a k a dijo...

bueno... estoy de acuerdo en que aunque sea a un nivel inconsciente o instintivo... tendemos a clasificar a las personas. Hasta ahí, no problem.

Lego están los juicios de valor que cada uno hace a estos grupos y a continuación, LO MÁS IMPORTANTE, la opción personal e intransferible: decidir qué actitud tomar frente a esa 'realidad' a escalas.

si la tuya es esa, pues adelante con ella

S.M.M. dijo...

Le pasa a todos, en mayor o menor medida. Unos son más quisquillosos con su clasificación personal y otros menos.
Otros lo disimulan mejor y tragan a la gente que les rodea. Cada cual es un mundo, y claro... todos tenemos prioridades y formas de ser diferentes. ^__^

Desde luego que hay gente que yo puedo considerar "inferior" en algunos aspectos a los que les doy mucha importancia, pero también se que en otros aspectos (a los que yo personalmente no les doy importancia) serán superiores a mi.
Aunque del mismo modo, ellos pueden considerarme inferior. Juer, que trabalenguas me está saliendo, sorry :S

Todos tenemos cosas que se nos dan mejor o peor que a otros. Todos tenemos defectos, más o menos grandes. Y lo mejor, todos tenemos libertad para decidir como tratar a los demás.

Es cuestión de como se mire, cuestión de educación, de costumbres, de el ambiente social... de todo, hay tantas perspectivas como personas.

No sé como decirlo, supongo que todo se basa (en un primer momento y superficialmente) en tolerancia, confianza, respeto e indiferencia.

-La gente que no me interesa... pues me provocan indiferencia, pero al mismo tiempo los tolero.

-La gente que me cae bien y que considero "similar" o "correcta" la trato con tolerancia y respeto y confianza.

-La gente que obviamente es muy superio a mi por experiencia... respeto y tolerancia.

Y así hay montones de combinaciones! xDDDD

Eso de que todos somos iguales... en derechos y libertades si (o al menos debería ser así) pero en formas de pensar y de actuar... ni mucho menos. Y claro, eso provoca tensión y que todos no nos podamos llevar bien. xDD

No estás loca, créeme. Si tuviese un tampón con un sello de que pusiese "Cuerda" te lo estamparía en la frente ;P

Un saludo ^^

Nixarim dijo...

yo creo que es algo normal... nos pasamos la vida diciendo que todos somos iguales y que todos valemos igual cuando, realemente, casi nadie piensa así.

De hecho, yo no puedo acercarme a un bacala a menos de diez metros, y eso que he llegado a conocer a gente interesante en ese mundillo... pero vamos, que es solo un ejemplo personal.

No estás loca, como dice DDoom, pero si que es cierto que es un aspecto que convendría mejorar... (y no solo lo digo por tí, lo digo por la gente en general)

Anónimo dijo...

Aunque compredo tu postura la verdad es que no la comparto, sé que es lo más normal pero a mi personalmente me cuesta bastante poner a alguien en el grupo de la plebe, tiendo a pensar que todo el mundo tiene algo que le hace especial, excepto casos excepcionales tipo Bush, neonazis, es decir, gente cuya visión de la vida sea practimente opuesta a la mia :-)

Por ese mismo motivo también me cuesta meter a la gente en el grupo de los superiores, tiene que ser alguien bastante superior moral o intelectualmente hablando, y aún en este caso el trato con esa persona tampoco difiere demasiado del que doy a cualquier persona.

Puede que su conversación sea mucho más enriquecedora, pero prestaré la misma atención a los demás que a él.

PULGARCITO dijo...

Ainsss...he pensado tantas veces así!
Quizas plebe no sea la definición más correcta, pero se entiende (o yo por lo menos entiendo) lo que quieres decir.

Lo de la igualdad ya huele mucho. No somos iguales, y ahí está la gracia de todo, en la diversidad, en ser diferentes. Si fueramos iguales todo sería una mierda ¿no crees? super aburrido....lo importante al final es respetar a todo el mundo.

Lo de la forma d pensar diferente es algo q me mola, porq así siempre tengo gente con la q discutir de algún tema (política, deporte, música...) :D .

En definitiva acceptaré a mis iguales y respetaré a los demás!!

El Jose dijo...

Presiento ladrillo al canto. Joer, si es que no puedo tomarme dos chatos antes de bloguear, que me animo demasiao. Y encima me lo dejas a huevo… a ver cómo me explico, que el tema es complicadete:

Empecemos por un par de verdades básicas: por una parte, salvo contadas excepciones, todos estamos vivos porque nuestros antepasados fueron gregarios. Hemos heredado la necesidad de formar parte de un grupo y de compartir con él unas creencias y valores básicos. Si no, se cae en un estado conocido como anomia, muy chungo, y si no se es una especie de superhuman lo más probable es que la cosa acabe en suicidio.

Por otra parte, dentro de ese grupo, necesitamos cierta dosis de individualidad, de sentirnos “especiales”. Si no, se produce algo conocido como aborregamiento, lo que lleva también a no estar muy sano de la cabeza, a excesiva dependencia del grupo, y a llevar muy mal los cambios en el status quo. También puede acabar en suicidio (y eso no suele ser bueno para la salud). No hay más que ver cómo incluso los críos lo llevan escrito en los genes: en cualquier colegio de primaria tendrás al “que más corre” al “que más salta” al “que mejor dibuja” al “que mejor letra tiene” al “que mejor canta” y al “que mejor juega a fútbol”. Como dijo Woody Allen, si en el mundo sólo existieran dos personas exactamente iguales, con el tiempo uno encontraría algo malo en el otro.

Pero me temo que eso lo hacemos todos en cierta medida, porque si no (reconozcámoslo) renunciaríamos a la individualidad. Uno se distingue a sí mismo de la masa buscando aquello que le hace “especial”.

De manera que no estamos hablando de un “galopante problema mental” sino de una “galopante práctica extendida mundialmente en toda sociedad en la que exista el concepto de individuo”. La vara que se usa para medir es lo de menos, pero siempre tiene sus cosas buenas o malas.

Veo que tu principal vara de medir (cada uno tenemos la nuestra) son los valores educativos. Para ser exactos, TUS valores educativos. Otros usan otro tipo de valores principales para compararse con el resto de la “masa”, como los materiales (volumen cuenta corriente, movil de últimísima generación, ropa, coche), o físicos (cuerpazo danone parriba y pabajo, ojito conmigo que hago kinbosing y soy una máquina de matá), o intelectuales (que me traigan a Deep Blue que le meto, me desayuno manuales de física cuántica, etc).

Parte buena: tomar una magnitud poco variable como pueden ser los valores “educativos” dá confianza en uno mismo porque es un valor estable, poco propenso a cambiar. Para sentirte bien debes asumir, por fuerza, que los tuyos son los mejores. A eso se le llamaba antiguamente tener las cosas claras y suponía una ventaja, porque aporta determinación y reflejos a la hora de actuar.

Parte mala: Al tener un importante componente irracional, deja muy poco espacio para el cambio y lo que llamaríamos “mejora”. Si uno está gordo y quiere adelgazar, lo tiene mucho más fácil que alguien que quiera llegar a un grado de, digamos, “educación superior”. Supone esfuerzo contínuo y, lo que es más difícil, poder replantearse los dogmas en cualquier momento. Si no se va con cuidado, se corre el riesgo de exigirse demasiado y de ir de frustre en frustre y tiro porque me toca.

Como todo, al final el truco está en dominar ese impulso sin dejar que te domine a tí. Si lo usas bien te servirá para mejorar en aquello que busques, y aprenderás a aprender tanto de plebeyos como de superiores. Si lo usas mal, acabarás despreciando todo aquello que los plebeyos pueden enseñarte (ya que hasta del más gilipollas se puede aprender algo), o creyendo una de estas tres cosas: una, que nunca podrás llegar al nivel de tus superiores (falso, sólo hace falta ser constante, no tener prisa e importarte un comino si lo consigues o no, poniéndote a tí misma como rival a batir) y entonces te estancarás y te convertirás en una vieja amargada que se dedica a atiborrarse de pastillas o bottox; dos, que te confíes, creas que eres la hostia, la mejor y la más guapa de todo el mundo mundial (también falso, siempre habrá alguien mejor que tú); tres, ambas cosas a la vez. La peor de todas, porque entonces se acaba prefiriendo ser cola de león que cabeza de ratón, y se acaba siendo como gente que veo todos los días, que se dedica a putear a los que considera inferiores porque está frustrao de la vida al saber que nunca llegará a satisfacer su ambición de ser como sus superiores.

De manera que, dejándonos de gilipolleces y contestando a tu pregunta, sí, a mí me ocurre lo mismo. Salvo por el matiz de que procuro recordarme a mí mismo de vez en cuando que a veces se puede aprender hasta de un “plebeyo”, y procuro no llegar a idolatrar ni a caer en la fe ciega hacia aquellos que considero lo que tú llamarías “superiores”, porque, me digo, nadie es infalible.

E incluso a veces, el conocer a fondo a un “plebeyo” (por usar tus términos) me ha acabado de convencer de su completa imbecilidad en lugar de mejorar mi actitud hacia él… de manera que a veces la ignorancia puede ser la mejor opción.

Hala, mejor me dejo de historias y me voy a hacer algo de provecho. Que al final, como dijo Don Quijote, «Sábete, Sancho, que nadie es más que otro si no hace más que otro.».

Felices ladriiiiillos... (un día de éstos debo dejarlo por un tiempo)

Anónimo dijo...

Pues a mí me pasa exactamente igual. A veces, ya sabes, me he sentido un poco prejuiciosa por pensar así, pero se me pasa bastante rápido.

Decía por ahí un estudio que las personas nos acabamos relacionando (entendido como relación de pareja) con la gente que tiene ciertos rasgos parecidos a los nuestros. Nos sale de forma natural y no creo que tenga nada de malo, correciones políticas aparte.
Pues con esto es lo mismo (aunque pasando del nivel de pareja a algo más general). En principio uno se siente más atraído hacia la gente con la que puede tener más en común. Y es totalmente lógico y no tiene nada de malo. Si tienes unas mínimas expectativas vitales necesitarás un entorno que cuadre con ellas y una serie de estímulos que provengan no sólo de ti sino también de tu entorno.

Y hay gente que no puede aportarte esos estímulos, gente con la que cualquier discursión resulta, al menos, estéril.

De todas formas, y aunque pienso eso, a veces pasa que alguien que forma parte de la plebe tiene algo que enseñarte, aunque en el resto de las cosas tú le superes con creces. Es por eso que no hay que cerrarse del todo.

Y tal.

A veces me ha pasado que gente a la que consideraba igual o superior ha terminado por parecerme inferior. Es un poco duro en ciertos momentos, pero es normal, lo mismo yo he evolucionado y ellos no, o mis baremos han cambiado. Siempre queda el cariño, aunque la relación no pueda ser igual.

Y mientras tener a gente que consideras superior te sirva para intentar mejorar, todo va bien ^^

Ea, ea.

PS: Es curioso, pero en este blog de vez en cuando me sincero cosa mala xD

Guges dijo...

bueno, todo depende de cada uno, a mi hay gente que me cae mejor o peor, pero es despues de conocerlos y todo eso, lo de la superioridad o inferioridad no lo considero, como mucho si alguien me cae mal por algo que me ha hecho desprecio, pero si lo de superior oinferior

Anónimo dijo...

Pues a mi no me parece una petulancia (aunque la palabra petulancia suene a pedo...). A mi me pasa algo parecido pero yo no tengo iguales, tengo Inferiores (la mayoria) y superiores (alguno que otro hay) pero bueno, yo tengo un CI muy alto, cuyo valor no diré, y es normal que me sienta así, para mi todos son muy lentos. No es algo malo, quizá es que seas más lista que la media... somos varios cientos de miles en España xDDDD pero realmente eso es un baremo, lo que importa es como te sientas tu. Además en tu caso puede ser todavía más acentuado este sentimiento que comentas puesto que perteneces a una gran "minoría" social (como ellos lo llaman). Yo lo más normal que siento hacia otras personas es indiferencia que, como dice mi madre, es el mejor de los desprecios ;)

Anónimo dijo...

Por cierto, esto va en respuesta a "el jose". Los que son como yo la anomia se la pasan por el orto (y esto lo digo sin acritud). Por muy gregario que sea el ser humano siempre hay mucha gente que simplemente puede vivir rodeado de inseguridad.

Siltha dijo...

Bueno, disculpad el post, lo empecé un mal día y lo acabé rápido porque me tenía que ir el finde...

Creo que me falta añadir o remarcar mi postura real frente al asunto. Es decir, en el post hablo de que me comporto distinto con cada persona según la haya clasificado, pero me refiero a un comportamiento mental. A una predisposición hacia los que clasifiqué en alto y tendencia a pasar de los demás. Pero a la hora de la verdad, trato de comportarme con todos por igual, y me suele salir. Como publiqué hace poco: "No existe un hombre totalmente inútil; en úlitmo caso, sirve como ejemplo." Lo que pasa es que me fastidia tener esas predisposiciones mentales. No le voy poner malas caras a un bakala que se acerque a hablarme, pero en cuanto cometa una mínima falta, seguramente lo considere una falta importante; mientras que si hace lo mismo alguien a quien considero por encima de mí, se lo pasaré por alto o disculparé mentalmente. Y desde luego que lucho contra ello, trato de no exteriorizar estas diferencias mentales, pero me cuesta...

- o s a k a -, espero haber ampliado lo suficiente para que se entienda cual es mi actitud, la más importante. :P

DarkDoom, hace un tiempo leí por ahí que la tolerancia era una mierda de concepto, y la verdad es que algo de razón tenía. Creo que lo que el autor argumentaba era que tolerar tiene un deje de "aguantar", "soportar" algo que no te gusta, algo que consideras anormal porque lo tuyo es correcto... Y creo recordar que como solución, más que tolerancia ante los demás, era comprensión. No hay que tolerar a un inmigrante, hay que entender sus motivos. No sé, me marcó esa idea y me apetecía compartirla.

sinkim, aspiro a comportarme como tú lo haces en esto. ^_^

pulgarcito, desde luego que somos todos distintos y únicos, pero como se deduce de lo que dice darkdoom, todos tenemos el mismo derecho a que nos traten por igual.

jose: me siguen encantando tus ladrillos, así que deja de disculparte por ello. Tienes razón, se puede aprender de todos, es más, lo suelo hacer, y la verdad es que independientemente de mis clasificaciones mentales, tiendo a aprender de todos. Lo que peor llevo es el lado de no frustrarme por ponerme metas demasiado altas... :S Gracias mil por dedicarme tu tiempo en dar tu visión de las cosas, que hasta ahora me parecen de lo más acertadas. ^_^

Sans, si te das cuenta, has puesto más o menos lo mismo que el jose, pero resumido: que todo el mundo puede servir para mejorar, esté por arriba o por abajo. Creo que tengo que escribir algo sobre el equilibrio...

Darja, lo siento por el tono... Es que estaba asqueada ese día... XD

Guges, me alegro de que no prejuzgues a los demás, así deberíamos hacer todos...

Chachi (es que me gusta más que tu nombre... xD), "para mí todos son muy lentos". XDDDDD Por cierto, ahora me pica la curiosidad lo de tu CI. Escribelo en un comentario y luego lo borras, así me llega a mi correo pero no sale en la página. Porfi...
¿A una minoría? Pertenezco a todas las que puedo... XD
Y bueno, eres bastante arrogante, pero creo que no ganas tanto siéndolo. A veces bajar a pasear entre la plebe enseña más de lo que puede parecer a simple vista, porque la experiencia les enseña cosas que por muy listos que seamos, no podemos aprender... No sé, a mi madre, que consideraba que no podía aconsejarme en casi nada, me sorprendió con algunas reflexiones bastante inusuales fruto de sus experiencias. Y no tomarlas por no querer escuchar me parece absurdo.

Anónimo dijo...

Hombre, desde el punto de vista de que no has entendido mis comentarios pues... no te voy a contestar en consecuencia... no acentúo el tú porque no me da la gana pero sí sé qué acentos van y dónde van... pero es más comodo escribir sin.

En segundo lugar: no me conoces así que no sabes qué tomo o dejo de cada persona y cuantos amigos plebeyos tengo... asi como tampoco sabes qué vivencias tengo y de dónde he aprendido yo a ser como soy... y si se entendió tu verdadera postura, al menos yo lo hice.

No, no voy a decir mi numerito... no deja de ser un baremo cotejado con un valor estandar basado en la sociedad y en la edad. Es como medir la edad en decibelios, comparándolo con un logaritmo... es algo inutil. Hoy tengo un 100 mañana tendré un 99 si la sociedad avanza o un 101 si esta retrocede...

Creo que puse "sin acritud" no sé porqué os lo habeis tomado como una provocación. No volveré a dar mi opinion ;) pero sin malos rollos, eh?

Siltha dijo...

Eh, eso sí que no... Lo mío tampoco iba con ánimo de ofender, es decir, me pareces arrogante, pero no pretendo juzgarte ni saber porqué actúas como actúas. Tampoco me he tomado a mal tu comentario, así que no dejes de opinar, no lo veo necesario.

Lo del número lo pregunté por simple curiosidad, ya sé que es bastante variable, pero no sé, me intriga. :P

El Jose dijo...

Uy, tengo una alusión a mi pelxona... ahora es cuando toca seguir la tradición blogger, sacar la mariposa del bolsillo y convertir este blog en un sitio inhabitable...

... pero con vuestro permiso, como el tema era ya polémico de por sí, y todo esto era previsible, voy a romper la tradición y ser civilizado.

Emilio, coñe, si eres uno de los superhuman nietzschianos cuya mente les sitúa por encima del instinto gregario, pues no pasa nada. Mejor para tí. ;) Te creo cuando dices que no pretendías ofender, pero tal vez sin querer lo has hecho. Y es que la inteligencia no tiene nada que ver con el tacto, del cual has tenido el equivalente al de una apisonadora.

Y Kei, por cierto, espero no tener que intercambiar jamás puñetazos contigo si usas los puños tan certeramente como el lenguaje ;) Realmente eres un kender de manual. Fascinante. O_o

Por favor, señores, tengamos la fiesta en paz. Pero si permitís un inciso de un rapao de clase obrera con dos neuronas, es decir yo mimmo, en realidad los acentos de la discordia no son tales. Son tildes. ^_^

¡Hagamos todos como Charky! ¡¡Vamos todos a quemar QUO's!!!!

o s a k a dijo...

guay! buena matización

corto y cambio