Inundaciones

Soy una persona muy cíclica. No sé cuanto influyen en esto mis ciclos hormonales, pero lo cierto es que emocionalmente, voy a rachas. En ciertos momentos puedo estar maravillosamente aunque un terremoto haya destruído mi casa, y en otros momentos, si una hoja cayendo de un árbol me toca la cara, me derrumbo y me pongo a llorar por lo horrible que es el mundo, mi vida y todo en general. Me comparo con una presa: voy acumulando agua, agua y más agua, pero llega un momento en que una pequeñísima gota me colma. Entonces abro las compuertas, lloriqueo y pataleo un rato (desde unas horas hasta unos días) y vuelvo a poder aguantar lo que me echen.

En apenas una semana me han pasado más cosas "malas" (que no es que sean malas, sólo son cosas, pero tienen ciertos efectos negativos aparte de los positivos inherentes a todo) que en el resto del año. Y sin embargo estaba bien, no sé, quizá porque soy una insensible y nada me llega a afectar lo suficiente, o quizá porque soy fuerte para aguantar ciertas cosas, pero ayer, por una gilipollez suprema (quedarme sin leche en la nevera) todo se derrumbó, todas esas cosas me cayeron encima como si de un armario desordenado se tratase.

Creo que en realidad puedo aguantar tanto porque baso mi bienestar en cuatro cositas tontas muy difíciles de perder, y mientras están ahí, el resto no me importa, puedo soportarlo o luchar contra ello si es necesario, puedo seguir viendo la parte positiva de todo, porque tengo una base desde la que luchar. Pero si estas pequeñas cosas empiezan a tambalearse, todo el bienestar se va por tierra. Lo más normal es que reordene el armario y me de cuenta de que esas pequeñas cosas siguen ahí, como siempre, y que en realidad sigue sin pasar nada que considere grave. O quizá simplemente es como dicen en Sin City, que a veces una chica solo necesita llorar. No sé, o una mezcla de ambas cosas. Y la verdad es que superar estos minibaches es más fácil cuando hay gente cerca apoyándote, pero claro, soy especialista en rechazar cualquier tipo de ayuda para hacerme la dura, la valiente o qué se yo... Aún así, para los que estáis ahí: que sepáis que aunque finja que no me ayudáis, sois también parte de mi base de estabilidad, y el que me demostréis que seguís ahí, me ayuda muchísimo a salir de los baches. Domo arigatô.