Reduce. Deberíamos haber reducido nuestro consumo de envases innecesarios al mínimo, generar la mínima cantidad de basura posible, y hacerlo mayoritariamente en forma de vidrio, latas y materia orgánica.
Reutiliza. No tires las cajas o botes que puedas reutilizar, los rollos de papel de váter pueden ser materia prima de manualidades para tus primitos, las bolsas del supermercado utilízalas para la basura. Yo por ejemplo, la bolsas del reciclaje que veo limpias las vuelvo a subir a mi casa y las reutilizo (sobre todo la del papel, que siempre está limpia).
Recicla. Reciclar no es tan complejo y tan engorroso como piensan algunos. Animo a los que no lo hacen a probar durante una semana (pero probad en serio), y si es tan horrible, volvéis a dejarlo. Actualmente, los residuos deberían separarse en un mínimo de siete tipos, de los cuales los cuatro primeros suelen ir en nuestra cocina:
- Papel y cartón (contenedor azul)
- Envases, es decir, latas, plásticos y bricks (contenedor amarillo)
- Vidrio (contenedor verde)
- Resto, es decir, materia orgánica y alguna cosilla inclasificable más (contenedor normal)
- Trastos. Muebles viejos y cosas así. Si preguntas y no conoces a nadie que lo pueda aprovechar, tu ayuntamiento debería tener un servicio de recogida gratuito con el que te los puedes quitar de encima.
- Cosas raras. De estas acumularás como mucho una bolsa al año, pero en vez de dejarlas en el contenedor hay que llevarlas a un punto verde, donde se encargarán de su correcto procesamiento. Son cosas raras como pilas, bombillas, ropa, aparatos electrónicos rotos, CDs, vidrio plano...
- Aceite. Nunca lo tires por el desagüe. Reutiliza el aceite que puedas, y cuando lo tengas que tirar, guarda el aceite usado en un bote o garrafa y luego llévalo al punto verde (o bien tíralo a la basura normal si tu punto verde está a más de 30 kms de distancia), pero no por el desagüe, que luego nos quejamos de los escapes de petróleo y mientras tiramos aceite y grasa al mar que es lo mismo.
Reciclar no requiere un espacio excesivo. Si en la cocina no cabe, en el lavadero o un hueco del pasillo puede caber. Y si no, siempre hay soluciones ingeniosas como ésta, ésta, ésta o ésta. Como último recurso, siempre podemos dejar todo lo del reciclaje junto en la misma bolsa y separarlo ante los contenedores, así que la excusa de que la cocina es pequeña no me sirve..
Composta la materia orgánica. La materia orgánica puede transformarse en abono para las plantas, así que si tienes jardín y un espacio de un metro por un metro, puedes crearte tu propia miniplanta de compostaje. También hay vermicompostadoras, que aprovechan la actividad descomponedora las lombrices para acelerar el proceso.
3 comentarios:
Con el aceite de cocina no mejor es hacer jabón, que te vale para todo, lavar la ropa, las manos e incluso hasta para afeitarte (comprobado)
Eso es verdad, se puede hacer con sosa cáustica y el aceite en si. Ahora mismo no se como se hace, pero el jabon huele bien y deja la ropa límipa (os lo aseguro porque en casa de la Reina del Hielo tienen tacos hechos de esta manera).
Respecto a los contenedores de pilas: son bastante comunes en muchos supermercados y papelerías que están cerca de casa. Echádle un vistazo que seguro que encontráis.
suena bastante desagradable lo de tener tus residuos orgánicos pudriéndose en tu jardín... No sé si tiene truco pero yo si tuviera jardín no dejaría mi mierda esparcida para hacer compost... xDDD
Weno, este es el último comentario. Muy currado, si todo lo has escrito tú te felicito doblemente pork lo has hecho mu bien. Espero k tus lectores te hagamos caso y nos de por reciclar un poquito más ^^
Publicar un comentario